El 26 de Agosto, al parecer, fue un día grande para el cine español. Cuerpo de élite, una película dirigida por Joaquín Mazón, consigue llegar a lo más alto y se convierte en número 1 en taquilla, recaudando aproximadamente 1,3 millones de euros el día del estreno. Cuenta con cinco actores protagonistas muy conocidos en nuestro país, que nos han arrancado cuantiosas sonrisas, tales como Miki Esparbé (Perdiendo el Norte, Requisitos para ser una persona normal), María León (Allí abajo, Carmina y amén, La voz dormida), Jordi Sánchez, reconocido ante todo por su papel de Antonio Recio en La que se avecina, Andoni Aguirregomezkorta (Vaya semanita, Dos a la carta) y Juan Carlos Aduviri (También la lluvia); y la participación de otros como Carlos Areces, Joaquín Reyes, Vicente Romero, Silvia Abril, Pepa Aniorte o Roberto Bodegas.
La risa está asegurada, aunque el guión, para mi gusto, no está a la altura. Hay que destacar, sin duda, el innegable parecido a Ocho apellidos vascos; de nuevo nos encontramos con un grupo formado por personas diferentes, que chocan entre sí, pero que tienen un objetivo común, y deben convivir juntos. Un legionario, un ertzaina, un agente de movilidad, un guardia civil y un mosso d´esquadra, reclutados por el Ministro del Interior, interpretado por Carlos Areces, y su fiel compañero, Joaquín Reyes, los chanantes, a quienes estamos acostumbrados a ver trabajar juntos y que rara vez no consiguen hacernos reír. Ambos se encargan de que el “cuerpo de élite” esté preparado para su misión, que resulta bastante peliaguda.
Desde mi punto de vista nos encontramos a cada actor en su registro habitual, destacando sobre todo a María León, a quién se suele relacionar con papeles de “dura”, que incluyen palabras malsonantes y una actitud de pasota que finalmente cae en los brazos de aquel que intenta conquistarla. Por otro lado, el papel de amante de la patria que regenta Jordi Sánchez en La que se avecina, se sustituye por uno de mosso d´esquadra con inquietas dotes de negociador, que sin embargo no pierde su habitual mal genio y sus manías. Miki Esparbé, por su parte, se encarga del lado más emocional de la película, dejando ver al espectador sus traumas de la infancia, que se convierten en un aliciente perfecto para crear nuevos chistes, que entrelazados con las peleas entre el ertzaina y el legionario, convierten el argumento en un conglomerado de “topicazos” que se han explotado ya demasiado en el cine español y en general en la comedia española.
Y es que en mi opinión todo acaba resultando demasiado predecible, demasiado desmembrado, sin una buena base que una las diferentes escenas cómicas, y para nada original. Vemos personajes, que sí, son diferentes, pero que a su vez nos resultan conocidos y, sí, finalmente, aburridos. Cada uno encajado en un prototipo, caricaturizando y exagerando sus características. El mismo humor fácil de siempre que cautiva al espectador una vez, pero no cuatrocientas. Indudablemente tiene escenas y chistes graciosos, pero que no sorprenden en absoluto.
Como aspecto bueno a destacar; la banda sonora. Entre algunas canciones nos encontramos con Un año más de Mecano, y una versión de la popular canción Pongamos que hablo de Madrid, de Joaquín Sabina, que siempre ayudan a sobrellevar la película cuando no está siendo lo que te esperabas.
Apoyo 100% el cine español, me siento orgullosa de que los españoles se estén animando cada vez más a ir al cine a ver este tipo de películas, con un reparto atractivo y una carga humorística que es la nota dominante en la película, pero agradecería también que se pensase un poco más los guiones y que de vez en cuando no fuese todo tan absurdo / evidente. No pretendo calificar a Cuerpo de élite como buena o mala película, simplemente quiero que se entienda que el espectador de esta película tiene que tener muy claro a lo que va a la butaca. Tiene que ir con ganas de reír y con predisposición a ello y dejando al lado las aspiraciones de otro tipo (guion, grandiosas interpretaciones, efectos especiales, etc.)