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Cada texto literario es un mundo por explorar. Mundos ficticios o reales, en los que encontramos millones de historias que nos hacen soñar. Aquí están algunas de las curiosidades que se esconden detrás de esas páginas.
- La novela más larga de la historia se titula “In the Realms of the Unreal” y fue escrita e ilustrada por el artista Henry Darger. Darger tardó siete años en completar sus 15.145 páginas, repartidas en 15 inmensos volúmenes de denso texto.
- Originalmente el libro escrito por Adolf Hitler “Mein Kampf” (“Mi lucha”) era en realidad “Cuatro años de lucha contra la estupidez, las mentiras y la cobardía”. Fue su editor el que lo convenció para que cambiara el título.
- En 1898, Morgan Robertson publicó la novela “Futilidad”, que describía el hundimiento de un gran barco llamado “Titan” tras chocar contra un iceberg en su viaje inaugural de Londres a Nueva York. Este suceso se reproduciría con el Titanic 14 años después. Además, la novela “predijo” con casi total precisión las medidas y características del barco, el punto exacto del choque, el número de botes salvavidas y de víctimas, la velocidad del barco y el apellido del capitán: Smith.
- Según Forbes, la novela más vendida hasta la fecha es con mucha diferencia “Historia de dos ciudades”, de Charles Dickens, con más de 200 millones de ejemplares vendidos desde su publicación en 1859.
- Frank Baum, autor de “El maravilloso mago de Oz”, se inspiró en uno de sus archivadores para bautizar aquel reino, cuya etiqueta de ordenación alfabética indicaba “O-Z”.
- Existe una versión en spanglish de “El Quijote”. Ilan Stavans, mejicano de origen judío, tardó diez años en traducir sólo la primera parte, que comienza así: “In un placete de La Mancha, of which nombre no quiero remembrearme”.
- Cuando “Los miserables” fue publicada, Víctor Hugo se encontraba de vacaciones. Al no tener noticias de cómo estaba funcionando, el escritor telegrafió a su editor para preguntar cómo iba su novela con un mensaje muy escueto: “?”. La respuesta del editor fue: “!”. Además, se dice que dicha obra contiene la frase más larga jamás escrita en una novela, que puede alcanzar las 800 palabras según la traducción.
- A la edición original de “Moby Dick” le faltaba el final. La última página del manuscrito original quedó tan perjudicada tras una travesía por el Atlántico, que nunca llegó a la imprenta. Esto propició que los críticos arremetieran contra su final, que calificaron de “precipitado, oscuro y sin fundamento”. Años más tarde descubrirían que Ismael había sobrevivido al ataque de la ballena blanca.
- El título de la novela distópica de Anthony Burgess, “La naranja mecánica” (A Clockwork Orange), se debe a un error en su edición. El autor la llamó “A Clockwork Orang” en referencia a un término malayo que significa “ser humano”, y la editorial dio por hecho que se trataba de una errata y lo cambió sin consultarle. Se debería haber llamado algo parecido a “El hombre mecánico”.
- Robinson Crusoe existió de verdad. Fue un marinero escocés llamado Alexander Selkirk, quien se vio obligado a sobrevivir en una isla durante más de cuatro años después de un presunto amotinamiento en su barco. Una vez rescatado, le relató la historia al escritor Daniel Defoe, que la utilizó para su célebre novela “Robinson Crusoe”. Dicha isla se encuentra en el archipiélago Juan Fernández, en el Océano Pacífico, y fue bautizada como “Robinson Crusoe” en honor al personaje literario.