La reciente ganadora del Globo de Oro a mejor película de animación de 2017 se lanza como un huracán imparable a la conquista de nuestros corazones. ¡Y vamos si lo consigue!
Coco tiene una palabra impregnada en cada una de sus escenas y cada una de sus canciones. Y esa palabra no es otra que; esperanza.
Supongo que es eso lo que tienen en México cuando alguien muere; la esperanza de que, mientras sea recordado por su familia y amigos, nunca morirá del todo. Viajará a algún lugar donde seguramente viva mejor y podrá regresar un día al año para ver cómo su huella sigue creciendo.
Y es precisamente ese día, el “día de los muertos”; una festividad declarada patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco; cuando Los Rivera, la familia protagonista, descubre algo inimaginable. Un giro de los acontecimientos que hace que todo cambie de repente; el pasado se reinventa y la justicia cobra vida.
Y todo se debe, cómo no, a la curiosidad de un niño. Un niño con un sueño grande, gigante, inabarcable. Un niño que nació con una guitarra bajo el brazo y la ranchera en las venas; Miguel.
La película es la historia de su aventura por un mundo imaginario, aunque demasiado real, que todos hemos creado alguna vez en nuestras mentes. Un mundo dónde se encontrará con unos personajes ante todo peculiares y tratará de entender por qué la música no es bien recibida en su casa ni en su familia.
Y ahí es dónde llegamos, justamente, al punto álgido de la aventura. Llegamos a la causante de las penas y al mismo tiempo, la única capaz de terminar con ellas y arreglar lo que algún día se había roto; la música. Un personaje más de la película. Cada canción es un sueño y cada sueño un recuerdo. La música con el compás perfecto, el ritmo demandado, la melodía idílica para describir los sentimientos… y reavivarlos.
Cómo toda buena película de Pixar, a mencionar Monstruos SA; Buscando a Nemo; Inside out; Coco tiene ese mensaje trascendental que los niños todavía no comprenden pero que consigue calar en lo más hondo a los adultos. Y por eso es tan recomendable; tan necesaria.
Sólo puedo decir que Coco es maravillosa, la luz de este año, un viaje fantástico lleno de esperanza, sí eso, mucha esperanza, acompañada de ganas de cumplir sueños y ser feliz. Con millones de mensajes que animan a la vida, a la no conformidad, al amor por la familia y la recompensa de aquellos que han obrado bien durante sus vidas y han amado, de verdad.
Que la disfruten.