A veces entras a un cine y te enamoras. Quieres volver a ver esa película tantas veces como sea posible, aprenderte los diálogos, las canciones, y ser capaz de decir al unísono todas las frases míticas que se pronuncian. La llamada es una de esas películas. La describiría como un espectáculo digno de admiración, que rebosa arte por los cuatro costados, que funciona con cualquier tipo de público porque cualquier persona se engancha a la felicidad, a la libertad.
La llamada, valga la redundancia, es una llamada a la autenticidad, al placer de ser diferente y no avergonzarse por ello; al contrario, sentirse orgulloso.
La llamada va de ser valiente, de enfrentarse a los deseos propios y dejar a un lado las opiniones de los demás. Habla de pasión y entrega, habla de amor y vida. Y las actrices que entrañan los diferentes personajes son sencillamente eso; vida.
Macarena García, Anna Castillo, Gracia Olayo, Belén Cuesta; a vuestros pies. Sois geniales y una vez más, aquí está la prueba de que de un trabajo con corazón, brotan obras de arte. Enhorabuena también, por supuesto, a sus directores; Javier Calvo y Javier Ambrossi, ya conocidos como “los javis”. Nos habéis regalado un sueño, un guión más que necesario en nuestra sociedad.
Y es que los pálpitos que se acompañan de música, son mis favoritos.
Todos los personajes experimentan a lo largo de la película un sentimiento nuevo que va creciendo. Algo que a priori no esperaban.
Y al mismo tiempo, el miedo correspondiente a un cambio.
Y lo mejor de tener miedo, es tener cerca gente que te lo quite, que te recuerde quién eres y cómo te enfrentas a la vida.
Por eso, lo MEJOR de La llamada es la amistad y esa fuerza bruta que sólo quién de verdad te quiere y apoya es capaz de regalarte.
Por eso, “lo hacemos y ya vemos” es seguramente, el mejor himno del mundo.
Os invito a que os enamoréis; en el cine, en el teatro y en la vida. A que veáis la iglesia tal cómo la presentan en la película; desde una perspectiva mucho más moderna, sin florituras, y con un Dios ante todo peculiar, que canta por Whitney Houston.
Os invito a que sintáis La llamada; una revolución que empieza en nosotros.