Después de ver el tráiler de El muñeco de nieve y saber que estaba basada en un best seller de Jo Nesbo, nuestras expectativas sobre la película iban en aumento, al igual que nuestras ganas de verla.
Sin embargo, la película resultó ser…un fracaso total.
El director, Tomas Alfredson, no llegó a conectar con éxito los puntos que se van abriendo a lo largo del film, por lo que el espectador se encuentra perdido y aturdido desde el principio hasta el final. Una incongruencia que persiste y que hace de una novela con mucho recorrido, un thriller sin “chicha” ni “limoná”.
Fue una pesadilla, y no precisamente por los sustos que nos pegamos, que más bien… no existieron.
El muñeco de nieve cuenta la historia de un policía de renombre que investiga el caso de un asesino en serie. Un asesino que elige bien a sus víctimas; mujeres divorciadas o que engañan a sus maridos con otros hombres. Un asesino que arrastra un trauma, que, en mi opinión, no está muy bien definido y carece de sentido.
Los saltos en el tiempo despistan a un espectador cuya expectación va en decadencia a medida que avanza la película y no pasa absolutamente nada. Ni los momentos en los que el asesino “ataca” te mantienen en tensión.
Además, el desarrollo es lento y la combinación entre escenarios y personajes nuevos, no hace fácil el seguimiento de la historia.
Por no mencionar el hecho de que hay escenas “inéditas” que sólo ocurren en el tráiler. Y digo inéditas porque efectivamente, aparecen en el tráiler, pero no están en la película; cómo una supuesta explosión que nunca llegó a suceder.
En conclusión; quizá la historia que Jo Nesbo ha contado ate todos los cabos, se entienda a la perfección y haya encantado a la mayoría del público, pero su adaptación al cine se ha quedado muy corta. No sabemos quién ha sido el culpable, pero no creo que haya sido un problema de presupuesto…
He visto películas un sábado por la tarde que le dan mil vueltas a este “thriller”.