Si te gusta la música y los grandes espectáculos, esta es tu película.
El sobrecogedor ambiente que crea la banda sonora encubre un argumento simple, que funciona, pero que sí, inevitablemente, te esperas. Lo que ocurre es previsible en todo momento, pero no deja de ser mágico. La magia de los musicales. Y esta vez… a lo grande.
Una puesta en escena que nos recuerda a películas como “Moulin Rouge”, que también se desarrolla en una atmósfera de circo, o “La ciudad de las estrellas”, pero sin ese romanticismo que impregna cada escena. Más bien, del Gran Showman, destacaría la fuerza de los personajes, la capacidad para crear un espectáculo de la nada y las ganas de avanzar y al mismo tiempo destacar. Con la canción “This is me”, se deja en un segundo plano la historia del protagonista, que en ese momento se convierte en uno de los cretinos que él mismo detesta, y se da protagonismo a los verdaderos artistas, los que quizá no se llevan los reconocimientos, pero quiénes dan vida al escenario.
Las localizaciones de cámara durante las canciones, los planos perfectamente cuidados, el baile, la escenografía… absolutamente todo está medido creando un fenómeno musical viviente, que emociona. Sin duda hay un trabajo impecable detrás, que va de la mano del director Michael Gracey.
Sus tres nominaciones a los globos de oro recaen sobre la figura de Hugh Jackman como mejor actor; la propia película como mejor película comedia/musical y mejor canción por “This is me”, la antes mencionada, pese a que ninguna se queda atrás. Mis recomendaciones, aparte de la ya citada, son: “Rewrite the stars” de Zac Efron y Zendaya, y “Never enough” de Loren Allred. Dejan el listón muy alto para la siguiente película musical que vea la luz. En todas ellas, los actores demuestran que son, además, fantásticos cantantes y bailarines. Y es que, hacer una película de estas características conlleva un esfuerzo increíble al alcance de unos pocos privilegiados. Por no mencionar que todos son espectacularmente guapos.
Si quieres pasar un rato divertido, disfrutar de la música y de los detalles cuidados al milímetro, así como de rostros reconocidos como el de Rebecca Ferguson, Michelle Williams o Zac Efron, la recomendación está más que formulada.
Un espectáculo de grandes dimensiones está diseñado, únicamente, para la gran pantalla.