10 cosas que quizá no sabías de… Hitler4 minutos de lectura

Adolf Hitler es, sin duda, uno de los personajes más conocidos de la historia. ¿Pero conocías estas diez cosas acerca de él?

1. Dirigió la primera campaña antitabaco del mundo

Si de algo podía presumir la Alemania nazi, era de ser pionera en el movimiento antitabaco. Fueron los médicos alemanes los primeros capaces en vincular el tabaco con el cáncer de pulmón. De esta manera, el gobierno decidió promover una serie de medidas antitabaco: se prohibió fumar en el transporte público, se creó un impuesto sobre el tabaco y se organizaron conferencias para los soldados en donde se trataba de crear una conciencia antitabaco.

2. Fue nominado al premio Nobel de la Paz de 1939

Pero lejos de ser una propuesta firme, fue una mordaz e irónica crítica que promovió un miembro del parlamento sueco, Erik Brandt. La candidatura fue retirada antes de que se cerrase el plazo de recepción de propuestas para el galardón.

3. Su primer amor fue una niña judía

A la edad de 16 años, un joven Adolf se enamoró de una niña llamada Stefanie Isak, la cual era judía. Nunca encontró el valor suficiente para hablar con ella, pero la devoción que Hitler sentía por la joven quedó plasmada en una serie de poemas de amor, dedicados con cariño a Stefanie.

4. Un sacerdote le salvó la vida

En 1894, siendo Hitler un niño, cayó a un rio. La suerte quiso que en ese momento, un joven que advirtió el peligro, acudiese en su ayuda lanzándose al agua, salvando la vida del que años después sería el artífice de la Segunda Guerra Mundial. Kuehberger, que así se apellidaba su ángel de la guarda, se convertiría más tarde en sacerdote católico.

5. Practicaba meticulosamente sus discursos

En su excesiva preocupación por su imagen pública, Hitler se preparaba cada discurso de una manera exhaustiva y rigurosa. No se podía permitir que sus palabras no transmitiesen temor o que sus discursos no fueran convincentes. Para ello, ensayaba antes de cada uno, y así lo vemos en las imágenes que su fotógrafo de cabecera, Heinrich Hoffmann, le tomó en uno de sus ensayos. Hitler pidió a Hoffmann que destruyese dichas instantáneas, cosa que, como podemos ver, nunca sucedió.

6. Coleccionaba objetos judíos

Con vistas al final del holocausto, Hitler tuvo la idea de recopilar gran cantidad de objetos judíos, los cuales luego serían expuestos en el Museo de una Raza Extinta. Se llegaron a catalogar hasta 200.000 objetos. El firme proyecto de dicho museo dejaba ver cómo los delirios del Führer le hacían creer en el completo exterminio judío a corto plazo.

7. Solo tenía un testículo

Esta seguro que ya la sabías. Pero efectivamente, Hitler perdió un testículo en la batalla de Somme en 1916, tras haber recibido el impacto de una granada. Este suceso fue reportado por el doctor que le atendió, Johan Jambor, el cual resaltó el hecho de que Hitler no podía parar de gritar. Y tampoco nos extraña.

8. Adolf Schicklgruber

Este hubiera sido el nombre por el que hoy conoceríamos a Hitler, de no haber sido por la decisión tomada por su padre, el cual cambió su apellido Schicklgruber por el de Hitler en el año 1877. Sin saberlo, Hitler padre hizo con su decisión un favor muy grande a los estudiantes de historia.

9. Sufría flatulencia crónica

Adolf Hitler padecía de flatulencia crónica e incontrolable, lo que le hizo llegar a tomar 28 medicamentos diferentes para paliar tan incómoda dolencia. Además de eso, y según se expone en algunos informes médicos del Führer, consumía también cocaína de manera controlada para aliviar los dolores de cabeza que le causaba la sinusitis.

10. Era vegetariano

Este dato lo reveló Margot Wölk, la catadora oficial de la comida de Hitler (sí, catadora oficial) en una entrevista concedida al diario alemán Der Spiegel. Margot confesó que Hitler cumplía una rigurosa dieta vegetariana, y que además intentaba convencer a su entorno para que no consumiese ningún tipo de carne. Además de eso, Hitler demostró su simpatía hacia el mundo animal promulgando leyes que penaban el maltrato de estos.