El 2015 ha sido mi año beat. Descubrí a las mujeres beat (Elise Cowen, Joanne Kyger, Lenore Kandel, Diane di Prima, ruth weiss…) gracias a Annalisa Marín y su recopilación ‘‘Beat Attitude’; el libro ‘Personajes secundarios’ de Joyce Johnson, quien fuera novia de Jack Kerouac y he leído con inmenso placer ‘Los vagabundos del Dharma’, del mencionado autor de ‘On the road’.
Conocemos a los grandes nombres de la “Beat Generation”: Kerouac, Ginsberg, Corso, Cassady, Burroughs… pero gracias a Varasek Editorial hemos tenido acceso a otros poetas que hasta ahora no habían sido traducidos al español. Siguiendo esta senda, el pasado jueves 10 diciembre tuve la suerte de disfrutar de una magnífica velada beat. Naturaleza, budismo, creación, poesía, alcohol, viajes, carretera, espiritualidad, drogas, el universo de la Generación Beat desde la “cueva” de La Central de Callao, un perfecto escenario. Nos trasladaron a una de aquellas veladas nocturnas de poemas, jazz y cerveza. Faltaba, eso sí, el imprescindible humo, cosas de la vida moderna…
Los poetas Andrés Fisher, Benito del Pliego, Marcos Canteli, Antonio Cordero y Enrique Mercado leyeron textos de los autores beat publicados por Varasek. Ellos son los responsables de la colección Buccaneers, que recoge poemarios, tanto de autores underground como de poetas más conocidos, pero siempre desde las premisas de la calidad, el riesgo, la autenticidad y la originalidad. “Publicar es de alguna manera seguir escribiendo a través de estos autores, más que una búsqueda de beneficio material”, afirman. Su pretensión es sacar a luz estos poemas, un tanto escondidos. Como explicaron, “hay mucha vida detrás de estos libros”, que son además un puente con otras culturas, el budismo, la India, China, etc. “El camino es largo pero está sembrado de hermanos en la distancia”, no podemos estar más de acuerdo.
Para la velada se eligieron poemas presentes en los libros editados por Varasek ‘Círculo de hueso’, de Lew Welch y ‘Cualquier día’, de Philip Whalen. Se leyeron algunos haikus de Jack Kerouac, y se nombró ‘Viaje por la india’, de Gary Snyder. Junto con la lectura disfrutamos de una improvisación de jazz con saxo (Javier Escaned) y contrabajo, al estilo de lo que se hacía en la época.
Benito del Pliego leyó textos de Lew Welch, que según él se “adaptan al sonido de los metales, a la fragmentación y al swing, al ir y venir, a estar entre amigos y hacer proyectos con ellos”. Como explican en la web de la editorial, Welch “es el que partió. Gary Snyder le llamó el más dotado, el chico de oro, el poeta que escribía constantemente pero publicó sólo un gran libro, el explorador que perdió el camino, el bebedor y depresivo que intentó aguantarlo todo y no lo consiguió, el hombre que se adentró en los bosques y jamás regresó”. Meticuloso, depresivo, perfeccionista en extremo, Welch nunca alcanzó la notoriedad de sus amigos Snyder y Whale. Su muerte en 1971, con cuarenta y cinco años de edad, estuvo rodeada por el misterio; se adentró en el bosque con un arma y su cuerpo nunca fue encontrado. Kerouac se basó en él para uno de los personajes de ‘Big Sur’.
Philip Whalen fue otro de los protagonistas de la velada. También poeta, budista zen, amigo de Welch y Snyder, los tres formaron una “trinidad” en la que “compartieron vida y poesía” en los años 50. Whalen, al igual que Welch, era uno de esos poetas beat que aún no estaban traducidos al español. Figura clave en la escena literaria de San Francisco, participó en la lectura fundacional de la Six Gallery en octubre de 1955; fue “Warren Coughlin” en ‘Los vagabundos del Dharma’.
Varasek ha publicado una preciosa edición del ‘Viaje a la India’, de Gary Snyder, con muchas fotos de las andanzas del autor y su pareja Joanne Kyrge en el país. Reconozco mi predilección por este hombre, para mí esencialmente bello y mítico, inmortalizado como Japhy Ryder por su amigo Kerouac en la citada ‘Los vagabundos del Dharma’. Adivino que disfrutaré intensamente la lectura de ‘Viaje a la India’.
Finalizo este recorrido con unos haikus de Kerouac, que me encantaron y pude apuntar a toda prisa:
– ¿Sabes por qué me llaman Jack?… Por eso
– Gary Snyder es un haiku lejano.
– Muy lejos, la generación beat en medio de un bosque.
Conchi Moya