Berlín, la capital de Alemania, es el destino perfecto al que acudir si quieres huir de la rutina durante unos días. Con esta guía de Berlín disfrutarás de los encantos de una ciudad de contraste; ligada históricamente a la II Guerra Mundial y a la Guerra Fría, con obras arquitectónicas históricas y contemporáneas, otorgándole una diferenciación frente al resto de ciudades europeas. Además, posee mucha riqueza cultural donde gracias a sus monumentos Berlín transmite su historia.
Día 1
Si con suerte tu hotel está cerca, el primer lugar al que debes acudir es a Alexanderplatz, una de las plazas más conocidas de Berlín. Llamada simplemente Alex por los berlineses, oficia de centro de transbordo de pasajeros. Además, se encuentra en ella el Fernsehturm, la torre de televisión más alta de la Unión Europea con sus 368 metros. Si desean subir a lo alto de la torre deberán abonar unos 13€.
También, encontramos el Park Inn Hotel Berlín, el edificio propiamente dicho más alto de la ciudad, y el Reloj Mundial, una gran estructura de metal que rota permanentemente y muestra la hora de todo el mundo.
Muy cerca de Alexanderplatz encontramos el Ayuntamiento de Berlín (Berliner Rathaus), con su notable fachada, símbolo de la ciudad; se le llama Ayuntamiento Rojo porque su fachada está hecha con ladrillos rojos.
Cerca de Alexanderplatz, en torno a Oranienburger Straße, se encuentra el Barrio Judío. En él, podemos encontrar la Nueva Sinagoga, los patios judíos del Hackesche Höfe, el Museo de Otto Weidt, y el cementerio judío.
El Hackesche Höfe se encuentra situado en el histórico Scheunenviertel (‘’barrio de los graneros’’), en la periferia de Spandauer en Berlín-Mitte, es un punto de encuentro para visitantes y berlineses. Alrededor de los mismos se ha creado una zona comercial con numerosos bares, restaurantes y clubs, siendo un referente en la vida nocturna berlinesa. Además, se encuentra la tienda AMPELMANN, donde se pueden adquirir productos con las siluetas de los Ampelmann (‘’hombrecillo del semáforo’’). Símbolo lumínico que invita a cruzar las calles en Berlín, fue creado a principios de los ’60 por el psicólogo Karl Peglau.
Día 2
La Isla de los Museos, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Es ahí donde podrás pasar una buena tarde, muy amena y cultural visitando alguno de sus cinco museos de renombre mundial. Desde 1999, la Isla de los Museos constituye un conjunto arquitectónico y cultural elevado a la categoría de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Recomiendo visitar el Museo de Pérgamo de Alfred Messel, dividido en tres alas, tiene alrededor de un millón de visitantes al año, lo que le convierte en el museo más visitado de Berlín. Desgraciadamente, el ala en el que se encuentra el Altar de Pérgamo se encuentra cerrado hasta 2019, debido a la reforma que está habiendo en el museo.
A su vez, debes visitar la Catedral de Berlín, la mayor iglesia de la ciudad, con una historia fascinante, increíbles obras de arte y una cúpula-pasarela que ofrece una gran vista de la Isla de los Museos y el nuevo Palacio Real de Berlín.
Si el día acompaña puedes ir caminando desde tu hotel hasta la East Side Gallery, el mayor tramo que se conserva de los restos del Muro de Berlín. Mide 1,3 kilómetros y es conocido como la mayor galería de arte al aire libre del mundo.
A lo largo del muro, se pueden ver cientos de graffitis de artistas procedentes de todo el mundo, que trataron de documentar mediante sus obras el cambio producido tras la caída del Muro de Berlín. A través de las pinturas se transmite esperanza por un futuro libre y mejor.
Cruzando el Oberbaumbrücke, se encuentra Kreuzberg, barrio conocido por su trasfondo multicultural. Es ahí donde podrás experimentar el ajetreo del mercado turco que se desarrolla a lo largo del canal de Kreuzberg. El Markthalle Neun es uno de los 14 antiguos mercados del centro de la ciudad y data del siglo XIX.
Día 3
La Brandenburger Tor es el gran icono de la ciudad. Por su paso central (construida en la última década del s. XVIII) hicieron sus entradas triunfales personajes como Napoleón o Hitler. Actualmente, es uno de los lugares más visitado y fotografiado por los turistas.
Cerca de la Puerta de Brandenburgo, se encuentra el Reichstag, donde apreciamos el Parlamento Alemán (Bundestag). Construido en estilo neorrenacentista a finales del s.XIX, cuya cúpula de cristal es responsabilidad del arquitecto británico Sir Norman Foster. Desde las alturas se puede tener unas maravillosas vistas a toda la ciudad. La visita (que incluye audioguía) es gratuita pero hay que registrarse en Internet con algunos días de antelación.
Para continuar con la visita, acudimos al Monumento del Holocausto cerca de la Brandenburger Tor. Su nombre completo es “Monumento a los judíos de Europa asesinados”, inaugurado hace pocos años, en 2005, pero ya es uno de los principales puntos de interés turístico en la ciudad. Los bloques de hormigón, todos grises y vacíos, simbolizan las lápidas de un cementerio judío.
Destacar la visita a Potsdamer Platz, uno de los centros neurálgicos de la ciudad. La plaza tiene varios atractivos: el espectacular Sony Center, varios fragmentos del Muro, el Panoramapunkt (ascensor más rápido de Europa), una réplica del semáforo más antiguo de Europa y otros edificios muy importantes: casino, estación de tren, Museo del Cine, etc. Además, a escasos 400m se encuentra la famosa exposición “Topografía del Terror“, que analiza a fondo la etapa nazi (entrada gratuita).
Por último, hay que visitar el popular Checkpoint Charlie, el paso fronterizo más famoso entre la parte soviética y la parte occidental.
Datos a destacar
Si buscas un buen hotel en Berlín recomiendo el Hotel Ibis Styles en Alexanderplatz, centro de la ciudad. Es un hotel muy bueno y céntrico con opción a desayuno incluido en el precio.
Además, el trayecto del aeropuerto hasta Alexanderplatz es de 3’40€, los menores pagarían 2’5€. Recomiendo, a pesar de lo fácil que es, no colarse en el metro debido al gran coste que supone la multa en el caso de que te pilles, es mejor prevenir.