Cuando oímos el vocablo seguridad nacional posiblemente nos venga a la mente uniformes militares y el Despacho Oval. Esta imagen no está alejada de la realidad ya que este concepto se empezó a utilizar en Estados Unidos tras la II Guerra Mundial para incluir todos los aspectos relacionados con la seguridad económica, que era necesaria en la reconstrucción de los países europeos y Japón.
La seguridad nacional siguió desarrollándose en Estados Unidos, teniendo durante la Guerra Fría la definición de: “Es la capacidad continuada de un país para proseguir el desarrollo de su vida interna sin interferencias serias o amenazas de interferencias de potencias extranjeras”. En esta definición dada por George Kennan, artífice de la política de contención contra la URSS, vemos que se tiene una concepción tradicional de la seguridad, únicamente hace referencia a las relaciones internacionales y a la relación estado-estado sin tener en cuenta otros aspectos que influyen en la seguridad exterior.
Como observamos, esta definición de seguridad nacional se queda corta y no se ajusta a los parámetros actuales. Por ejemplo, si tomamos el concepto de “país seguro” como un país, que llegado el caso, es capaz de defenderse de amenazas y peligros con el ejército, en esta definición no podemos incluir las misiones que han llevado a cabo las Fuerzas Armadas españolas en Bosnia, Kosovo o Líbano ya que eran misiones de paz. Esto es debido a que en la etapa de la Guerra Fría se comete el error de entrelazar la seguridad nacional con la defensa nacional.
Este error es de concepto, debido a que la seguridad nacional afecta a todas las actividades del Estado, mientras que la defensa nacional se centra específicamente en los campos que se puedan ver afectados por las agresiones y amenazas a los intereses del Estado. Por lo tanto, la defensa nacional es parte de la seguridad nacional y está subordinada a esta última.
Tras la finalización de la Guerra Fría y el desarrollo ya notable de la globalización en la mayoría de países se supedita la defensa nacional a la seguridad nacional. Sin embargo, este cambio de paradigma internacional que se da con la caída de la URSS provoca una evolución en la percepción de la seguridad nacional ya que, a la vez que surgen foros de dialogo que intentan evitar o solucionar situaciones de crisis, también se producen más situaciones de fricción entre diferentes Estados, que muchas veces no comparten frontera y que están alejados uno del otro.
Así, una estrategia de seguridad nacional necesita de un conocimiento profundo del contexto internacional, ya que según cambie este deberán cambiar los objetivos, una percepción real de los materiales disponibles para conseguir las metas marcadas y una evaluación de los riesgos y amenazas que puede sufrir el país. Obviamente para la articulación de la estrategia seguridad nacional no solo se tienen en cuenta a los entes públicos como se hacía anteriormente, sino también a los privados, un ejemplo es la importancia que tiene Telefónica o Repsol para la seguridad nacional española, ya que la quiebra, mal funcionamiento o ataque a estas multinacionales pone en riesgo servicios básicos para la ciudadanía afectando a la vida de la gente.
Por lo tanto, como definición actual de seguridad nacional escogemos la dada por el General Ballesteros, director de la seguridad nacional española, el cual expone: “La seguridad nacional es la situación en la que el normal desarrollo de la vida de la nación está protegido contra riesgos, peligros o amenazas exteriores e interiores y permite al país defender sus intereses nacionales, cumplir con sus compromisos internacionales y contribuir a la paz y estabilidad internacional”.