Ha ganado el parlamentarismo, la palabra y el diálogo. Ha perdido el ruido y la crispación
Tres días han pasado desde el esperado cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Un debate en el que el ruido y las mentiras del candidato del PP consiguieron sacar de juego a Sánchez, que no consiguió desmentir ninguna de las falacias de Feijóo ni expresar sus principales propuestas de gobierno. En definitiva, un debate que si bien era el más esperado por los electores, fue el que más consiguió defraudarles y del que Feijóo consiguió lo que buscaba: salir lo más airoso posible, sin expresar realmente sus propuestas de gobierno y manteniendo candentes las mentiras como principal activo contra Sánchez de cara al 23 de julio.
Lo que ayer se pudo ver en el debate celebrado en RTVE entre los portavoces parlamentarios de los siete principales partidos candidatos en estas elecciones (PSOE, PP, Sumar, PNV, Vox, EH Bildu y ERC), fue una victoria de la pluralidad nacional de nuestro país frente al bipartidismo. Un debate que brilló por la claridad de los argumentos de los candidatos, frente al ruido, en el que hay que destacar también la gran moderación del presentador Xabier Fortes, el cual, supo medir muy bien los tiempos de los intervinientes y gestionando muy acertadamente los turnos de palabra. Algo que también, dejaron mucho que desear los moderadores del debate de Atresmedia del lunes.
Un bloque compuesto por Patxi López (PSOE) y Aina Vidal (Sumar) defendió la gestión realizada por el Gobierno durante la legislatura. Los logros del gobierno de coalición, como la reforma laboral, la reforma de las pensiones, la subida del Salario Mínimo Interprofesional, fueron los caballos de batalla que utilizaron contra los argumentos de Cuca Gamarra (PP) e Iván Espinosa de los Monteros (Vox), que fueron quiénes más concentraron sus ataques a los dos partidos que representan al Gobierno. Una estrategia que combinaron ambos portavoces con una llamada al voto útil para frenar al bloque de la derecha y extrema derecha compuesto por PP y Vox, con menciones como «ningún partido va a gobernar en mayoría».
Ideológicamente en frente, estaba el bloque de la derecha representado por Cuca Gamarra (PP) e Iván Espinosa de los Monteros (Vox). Una vez más pudimos ser testigos de la estrategia de desgaste, crispación y mentiras que está llevando a cabo. Tanto Cuca Gamarra como a Espinosa de los Monteros no sorprendieron a nadie con sus argumentos. Descontextualización, falsedad e imprecisión en sus intervenciones. Lo único positivo que pudimos encontrar, es que dejaron de lado la palabra «Falcó¡on» y la frase «que te vote Txapote», unos argumentos vanidosos, de poca altura de miras y de una bajeza moral incalculable. Algo que por desgracia hemos tenido que presenciar durante toda la legislatura y que ha sido protagonista en la campaña electoral, hasta el punto de intoxicar y contaminar el debate entre Sánchez y Feijóo.
Por lo que respecta bloque de los partidos territoriales, representados por Óskar Matute (EH-Bildu), Gabriel Rufián (ERC), Aitor Esteban (PNV), si en algo coincidieron con Patxi López y Aina Vidal es en su progresismo de las políticas económicas, que salvando las distancias realizando críticas constructivas, llegaron a un punto en común: la voluntad de redistribución de riqueza, algo que para ellos es intrínseco a las propias iniciativas que se han llevado a cabo durante estos cuatro años.
A falta de diez días para los comicios ayer pudimos presenciar un gran debate, donde el bloque territorial sorprendió y fue el gran ganador. Ha ganado el parlamentarismo, la palabra y el diálogo. Ha perdido el ruido y la crispación. La lección dada ayer por el candidato Óskar Matute a Espinosa de los Monteros cuando le interpeló y dijo que él sí se acuerda dónde estaba cuando asesinaron a Miguel Ángel Blanco y era en Ermua manifestándose en contra, o que el PP ya se reunió con ETA con Aznar en la Moncloa, desmonta uno de los grandes marcos que está utilizando la derecha y extrema derecha de nuestro país y que tanto daño está haciendo a nuestra democracia y a nuestra sociedad. Ayer, aquellos a los que PP y Vox acusan de ser los grandes enemigos de España, dieron una gran lección y demostraron ser mucho más patriotas de lo que ellos quieren pintar que son. Ayer gano la España real y que nos representa a toda y a todos, la plurinacional.