Este análisis refleja un resumen desde el punto de vista estratégico de lo que ha hecho Pedro Sánchez. El líder del PSOE no sólo se la ha jugado ante su propio electorado, sino que también lo ha hecho con los barones y la militancia por el futuro incierto de una nueva moción de censura, habiendo sabido actuar en una ventana de oportunidad que se le abrió a la oposición del Gobierno de Rajoy con la sentencia judicial de la Gürtel.
Ni siquiera Ciudadanos se adelantó en esta jugada, que hubiera podido dar jaque mate a un Partido Popular al que quiere y pretende adelantar por la derecha. Ciudadanos, de haber presentado la moción de censura antes que el PSOE, también hubiera podido poner entre la espada y la pared a los socialistas, haciendo que se posicionaran a favor o en contra del PP de cara a la opinión pública. Hubiera sido comerse al Partido Socialista, usando el discurso del bipartidismo que sostiene el actual sistema político.
Sin embargo, Pedro Sánchez, con una estrategia más que meditada, ha hecho que Ciudadanos quede retratado como la muleta del Partido Popular, al no apoyar la moción de censura. Aunque, por otro lado, el Partido Popular tras perder la moción de censura también ha cargado contra la formación política de Albert Rivera por haber abierto una brecha en la estabilidad del Gobierno del PP, pues tras la sentencia comentada anteriormente, Ciudadanos dejó claro que las relaciones con el partido de Rajoy iban a cambiar desde ese preciso momento. Pedro Sánchez, por su parte, como líder del PSOE, prometió incluso elecciones anticipadas para conseguir el apoyo de la formación de Albert Rivera.
Pedro Sánchez sale victorioso, con un PSOE que transmite la sensación de mayor unidad que hace un año con las primarias, lo cual puede repercutir en la opinión pública para las próximas convocatorias electorales. Será objeto de estudio saber cómo evolucionarán los barómetros de intención de voto hacia el PSOE antes y después de la moción de censura, incluyendo la gestión del nuevo gobierno socialista.
Sin embargo, no todo lo que reluce es oro, pues también hay algunos inconvenientes a raíz esta moción de censura para el PSOE. Son los siguientes:
- El PSOE ha aceptado gobernar con los mismos presupuestos recién aprobados por el PP, tras haber votado en contra. Esta decisión es lo que ha hecho que el PNV inclinara la balanza a favor de Pedro Sánchez como candidato a la Presidencia del Gobierno.
- Haber pactado con partidos nacionalistas. El PSOE no sólo tendrá que negociar con estos partidos para sacar adelante sus proyectos y reformas, sino que tendrá que lidiar con el discurso y argumento de la oposición, así como la influencia sobre la opinión pública.
- La dura y futura oposición a izquierda y derecha del PSOE. El Partido Socialista tendrá que hacer frente a una dura oposición. Quizás por este motivo sea causa de elecciones anticipadas. El apoyo por parte de Unidos Podemos para desbancar a Mariano Rajoy no significa que la formación de izquierdas vaya a facilitarle las cosas a Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno.
En resumen, la diferencia entre las estrategias seguidas por el PSOE y Ciudadanos es fácil y lógica. El PSOE debía dar un golpe rápido y certero con el que darle la vuelta al tablero de juego. Arriesgado pero contudente. Ni el propio Gobierno de Rajoy pensaba en un principio que la moción de censura iba a tener un resultado exitoso para el PSOE. Ni tan siquiera en las propias filas del Partido Socialista, donde hubo unas primeras críticas al conocer las intenciones de Pedro Sánchez.
Ciudadanos, por otro lado, ha decidido actuar bajo la batuta de las encuestas de opinión pública, esperando los errores de los demás actores políticos. Estrategia fácil, de bajo perfil, pero errónea, con la que pueden comerte el terreno en cualquier momento como ha ocurrido en el proceso de esta última moción de censura.
